LA PEOR ATADURA DE TODAS

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(Mas tarde continuaremos con la serie "QUE HAY DESPUES", por el momento disfruta este estudio)

LAS ATADURAS EN GENERAL

Cuando se habla de ataduras el creyente promedio entiende que se están refiriendo a todas aquellas cosas que están en la vida de alguien que no le deja ser el creyente que debería ser, estas ataduras normalmente la gente llega a creer que son el cigarrillo, el alcohol, etc, estas realmente son un tipo de ataduras, pero de las ataduras que queremos hablar hoy son de aquellas ataduras que muchas veces tu y yo le ponemos a nuestro prójimo y sin darnos cuenta aun nos las ponemos nosotros mismos, estas ataduras sinceramente son mucha más fuertes que las anteriormente mencionadas porque son un tipo de ataduras que el creyente no cree que realmente sean ataduras, en el presente estudio comprobaremos esta realidad.

Contextualizando e interpretando
En el siguiente verso: Mat 16:19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
Vemos que el Señor dirigiéndose a Pedro dice que tiene poder para atar y desatar todo lo que haya necesidad de atar o de desatar, un verso que contiene las mismas palabras de atar y desatar lo encontramos en:

Mat 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
La pregunta es la siguiente: ¿realmente estas palabras de atar y desatar quieren decir lo mismo en ambos pasajes?

Desde ahora le avanzamos que no quieren decir lo mismo, veamos:
Mat 16:13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
.14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. .15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
.16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
.17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
.18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
.19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
En este contexto se está hablando de la autoridad de la iglesia sobre toda fuerza del enemigo, y en virtud de esa autoridad, el Señor Jesucristo utiliza esta metáfora para significar que las fuerzas de las tinieblas delante de la iglesia pueden y deben ser tenidas sin ningún poder ni autoridad, es decir, como si realmente estuvieran maniatadas y sin poder para dañarle.

Las fuerzas de las tinieblas no prevalecerán contra el poder de la iglesia, porque el poder de la iglesia está en el poder que es sobre todo poder, el poder de la iglesia reside en El SEÑOR mismo, la iglesia tiene tal poder que es capaz de ir en contra de los baluartes y fortalezas del enemigo y derribarlos CADA VEZ QUE SEA NECESARIO, en este sentido es que nos habla la palabra en el verso 19, y cuando habla de desatar quiere significar que dicho poder es tan terrible y poderoso que cualquier cosa que la iglesia desate (desamarre, suelte cadenas, libere, soltar, separar) aquí en la tierra también será desatada en los cielos, con la sola excepción del matrimonio, el cual Dios mando que no lo separe (desate) el hombre.
Un caso muy particular
Mar 10:6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. .7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
.8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.
.9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
De acuerdo a la palabra del Señor, el matrimonio es lo único que es espiritual que el hombre con todo el poder que Dios le ha dado a la iglesia no puede romper ni desatar, pero todo lo demás está bajo el poder de la iglesia (sea en este tiempo o en el futuro).

Concluyendo hasta aquí
Así que este verso 19 se utiliza muchas veces para atar y ligar demonios, y muchos creyentes realmente creen que eso es lo que sucede, mientras que lo que realmente nos dice el pasaje es que la iglesia tiene tal autoridad y tal poder sobre toda fuerza espiritual de maldad que siempre debe salir victoriosa, es en ese sentido que se utiliza el verso 19 dentro del contexto que venimos tratando.

La otra cita
Pero cuando vamos al pasaje de Mat 18:14 -18 , encontramos que: Mat 18:14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. .15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
Vemos que el pasaje arranca hablando del perdón entre hermanos, pues Dios no quiere que ninguno perezca

Mat 18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. .17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

La fórmula que el Señor presenta aquí para solución de problemas entre hermanos es tan sabia, que en caso de que alguien cometiera pecado o falta alguna contra otro hermano, este quedaría convicto (juzgado) por su falta siendo su conciencia el principal testigo luego de haber pasado por esta forma de proceder de la iglesia.

Mat 18:.18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Este es el verso que finalmente queremos ver, el cual habíamos referenciado al principio y del cual habíamos planteado que era diferente su interpretación dentro de su contexto, y tanto es así que el Señor sigue hablando en relación a la unidad y armonía que debe haber entre hermanos y concluye más tarde con una hermosa parábola donde muestra cual es la paga para aquel que no es capaz de perdonar.

Mat 18:.19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
.20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
.21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
.22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
El tema del perdón y la unidad sigue presente dentro del contexto, lo que significa el verso 18 e neste contexto es que la falta de perdon ata a aquelos a quienes no perdonamos y adicionamelmente quien no perdona tambien queda atado - limitado (…si no perdonais a los hombres vuestras ofensas tampoco vuestro apdre celestial los perdonara) por no tener un corazón perdonador.
El premio para todos aquellos que lueg ode estar emproblemados con los hermanos y se reconcilian es: Mat 18:.19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Este es el premnio, los hermanos pueden pedir cualquier cosa y lo recibiran pues el Señor se regocija de que sus hijos esten en unidad y armonia y es alli donde envia bendicióm y vida eterna, asi que como puede ver los dos versos no tienen nada que ver el uno con el otro con todo y que tienen las mismas palabras.

Tan fuerte es el tema del perdon y de la unidad Pedro hace la famosa pregunta que todos conocemos, y el Señor le da la consabida respuesta, y es que el tema del perdón y la unidad es tan fuerte en este contexto que el Señor Jesús concluye su enseñanza con una extraordinaria parábola, la cual viene a causa de la conversación anterior sobre la falta de perdón, veámosla:

La parábola
Mat 18:.23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. .24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos
.25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
.26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. .27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
.28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. .29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. .30 Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
.31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había Pasado. .32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste..33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. .
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Aunque vivamos totalmente de la misericordia y el perdón, nos demoramos para perdonar las ofensas de nuestros hermanos. Esta parábola señala cuánta provocación ve Dios de su familia en la tierra y cuán indóciles somos sus siervos.

Hay tres cosas en la parábola
1. La maravillosa clemencia del amo. La deuda del pecado es tan enorme que no somos capaces de pagarla. Véase aquí lo que merece todo pecado; esta es la paga del pecado, ser vendido como esclavo. Necedad de muchos que están fuertemente convictos de sus pecados es fantasear que pueden dar satisfacción a Dios por el mal que le han hecho.

2. La severidad irracional del siervo hacia su consiervo, a pesar de la clemencia de su señor con él. No se trata de que nos tomemos a la ligera hacerle mal a nuestro prójimo, puesto que también es pecado ante Dios, sino que no debemos agrandar el mal que nuestro prójimo nos hace ni pensar en la venganza. Que nuestras quejas, tanto de la maldad del malo y de las aflicciones del afligido, sean llevadas ante Dios y dejadas con Él.
3. El amo reprobó la crueldad de su siervo. La magnitud del pecado acrecienta las riquezas de la misericordia que perdona; y el sentido consolador de la misericordia que perdona hace mucho para disponer nuestros corazones a perdonar a nuestros hermanos.
No tenemos que suponer que Dios perdona realmente a los hombres y que, después, les reconoce sus culpas para condenarlos. La última parte de esta parábola muestra las conclusiones falsas a que llegan muchos en cuanto a que sus pecados están perdonados, aunque su conducta posterior demuestra que nunca entraron en el espíritu del evangelio ni demostraron con su vivencia la gracia que santifica. No perdonamos rectamente a nuestro hermano ofensor si no lo perdonamos de todo corazón. Pero esto no basta; debemos buscar el bienestar hasta de aquellos que nos ofenden. ¡Con cuánta justicia será condenado los que, aunque llevan el nombre de cristianos, persisten en tratar a sus hermanos sin misericordia!
El pecador humillado confía solo en la misericordia abundante y gratuita a través del rescate de la muerte de Cristo. Busquemos más y más la gracia de Dios que renueva, para que nos enseñe a perdonar al prójimo como esperamos perdón de Él.
Volviendo al punto inicial
Era necesario que diéramos toda esta vuelta e interpretáramos dentro de los dos contextos, porque ahora si estamos en capacidad de poder mirar bien lo que cuando leemos en:
Mat 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

Lo que realmente me dice es que la falta de perdón en el creyente es causa de que el mismo creyente se ate o se ligue, y aun ate o ligue a aquellos a los que no es capaz de perdonar, cuando tu y yo no perdonamos somos atados de pies y manos quedando imposibilitados para poder vivir una victoriosa en el Señor, lo comprueba lo que el Señor Jesús dijo en:

Mat 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Cuando tu y yo no perdonamos al ofensor, estamos atándonos a nosotros mismos sin darnos cuenta y nos obstaculizamos muchas bendiciones que Dios quiere entregarnos, la falta de perdón es una mancha en las vestiduras del creyente, por eso en la parábola de las bodas de Mat 22: 1-14 dice en el verso:

Mat 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Que por no estar vestido correctamente fue atado y echado fuera, cuando el creyente no es capaz de perdonar se está atando así mismo y su avance espiritual se retrasa sobremanera.

Para comprobar aun más lo que venimos tratando y comprobar aun más que los versos a los que hacemos referencia (Mat 16:19 y Mat 18:18 ), son diferentes en su interpretación y de que la falta de perdón es una atadura, veamos en:
Isa 58:6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

El profeta Isaías hablando de parte de Dios nos muestra que el verdadero ayuno es sacar del corazón todo aquello que no te deja ser una persona piadosa, misericordiosa y amorosa, por eso cuando dice “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, “ quiere decirnos que el verdadero ayuno que el Señor escogió es que todo aquello que hay en tu corazón que hace que seas duro de corazón con los demás no esté más en ti, porque cuando han estado en ti esas cosas entonces has ligado a alguien no perdonándola.

Nuestro corazón es capaz de guardar rencor y resentimientos contra nuestros semejantes, estas cosas se convierten en ligaduras que mantienen atada a dicha persona como lo veremos más adelante, si, por increíble que parezca, cuando tu y yo no perdonamos, nuestra falta de perdón amarra a dicha persona.

Continuando con el resto del verso 6 encontramos que dice: “soltar las cargas de opresión,” quiere decirnos que con las actitudes de nuestro corazón le hemos impuesto cargas a los demás, lo que causa en ellos un peso que no les deja correr en libertad su carrera manteniéndolos nosotros oprimidos de alguna forma.

Lo reafirma aun más el resto del verso 6 cuando dice: “, y dejar ir libres a los quebrantados,”, queda claro que existen ligaduras que nosotros extendemos sobre otros con las cosas que brotan de nuestro corazón, de las cuales muchas veces ni siquiera nos damos cuenta, muchas veces con dichas actitudes mantenemos esclavizadas a las personas y no las dejamos ir libres, constituyéndose todo esto en una especie de atadura cumpliéndose lo que dice el Señor en Mat 18:18 que todo lo que atemos aquí en la tierra será atado allá en el cielo, y eso puede suceder de forma consciente o inconsciente de parte de nosotros.

El Señor nos da la solución al problema mostrándonos estas cosas e instándonos a que como dice el final del verso 6 “, y que rompáis todo yugo” tanto tu como yo debemos romper toda clase de yugo o atadura o ligadura con que hayamos mantenido atado a alguien, es necesario que entendamos y de que quede bien claro que existen ataduras muy peligrosas como el cigarrillo, la bebida y otros, pero que existen ataduras mucho más peligrosas que estas que brotan de un corazón no perdonador, el cual podría causar que aun nosotros mismos nos perdiéramos para siempre por no tener amor en nuestro corazón, con lo que concluimos que la atadura más peligrosa realmente podría brotar de nuestro propio corazón, por eso bien dice la palabra del Señor en:

Deu 4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Pro 4:4 Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.

Pro 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

Y para finalizar cuando dijimos más arriba que “Nuestro corazón es capaz de guardar rencor y resentimientos contra nuestros semejantes, estas cosas se convierten en ligaduras que mantienen atada a dicha persona”, nos estábamos refiriendo a lo siguiente:

Jun 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Queriendo decir el Señor Jesús con este verso que tenemos la capacidad de que por no perdonar los pecados que el ofensor haya cometido en nuestra contra, dichos pecados dan una causa legal para que por nuestra falta de perdón se mantenga atada a dicha persona, con nuestra falta de perdón obstaculizamos el perdón de Dios en relación a esa falta(específicamente) tanto para el ofensor como para nosotros mismos, siendo que apareceríamos delante de Dios como sin falta de misericordia,
como injustos (recuerde la parábola de Mat 18:.23-35 de los dos deudores, vista más arriba en la parte 1/2), y que por el contrario si somos capaces de perdonar, entonces estaremos dando buen testimonio de vida cristiana, realmente la sabiduría de Dios es demasiado grande para que nosotros podamos comprenderla, pero estas cosas son cosas sencillas que él ha dejado para que nosotros podamos vivir una vida victoriosa en él.
Aclarando a Jun 20:23
Este ultimo pasaje, es una declaración que El Señor Jesús hizo, y no se constituye en doctrina, y debe entenderse como el desarrollo del libre albedrio del creyente sobre las faltas que le cometan a él (al creyente), pero sobre ese libre albedrio sabemos que Dios nos juzgara, y más vale que nos halle como debe hallarnos.
Esta declaración del Señor Jesús no autoriza a ningún ser humano a tener la última palabra sobre los pecados que alguien haya cometido en su contra, en ningún momento en el nuevo testamento ninguno de los apóstoles entendieron mal esta declaración, al contrario, tenemos un ejemplo de cómo pablo perdonó a quien lo había ofendido (2 Co 2:1-11)

El hombre no es Dios para mantener en culpabilidad a otra persona y juzgarla, ya que la palabra nos dice bien claro que el único que juzga y el único que puede perdonar o inculpar de pecado es Dios.

Isa 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Rom 2:16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
Rom 4:8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

LA FALTA DE PERDON ES LA PEOR ATADURA, YA QUE HACE UN DOBLE LAZO, ATA AL OFENSOR Y ME ATA A MI MISMO.
EL SEÑOR TE BENDIGA, PERDONA AL OFENSOR!

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