EL MATRIMONIO


EL MATRIMONIO
LA LEY DEL MARIDO Y EL ENYUGAMIENTO

Rom 7:2  Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive;  pero si el marido muere,  ella queda libre de la ley del marido.


Para poder tener claro el misterio del matrimonio se debe entender algunos principios bíblicos que dan soporte y sustento a tal vínculo, uno de ellos es: La Ley del Marido, es un verso demasiado claro, para empezar dice que hay una ley para la casada que la mantiene sujeta, la palabra usada para decir “sujeta” es la palabra griega deo”, se usa también en «ligada» (1Co_7:39); y el marido a la mujer (1Co_7:27 : «ligado»), su significado primario es: «sujeto con dos cadenas», puede ser de usado de forma literal o figurada, en este caso se usa de modo literal, solo mientras el marido vive, esta palabra “ley” usada es la palabra “nómos”, usada para cuando una ordenanza se prescribe, es decir, es un mandato para alguien, dicho mandato tiene entonces su condición de vigencia, en este caso, la única condición es que el conyugue este vivo, pues como se dijo antes en 1ra Corintios 7:27 apunta en el sentido del hombre hacia la mujer, por lo que es aplicable en las dos vías.

Este “nómos”, fue prescrito por el Señor mismo, el primer matrimonio como todos sabemos fue el de Adán y Eva, cuando en Gen 1:27-28, 2:21-23, Dios le entrega a Adán su mujer y le llama ayuda idónea, la palabra que Dios usa para darle ese calificativo a la mujer es la palabra: H5048  נֶגֶד négued  frente, parte opuesta complementaria; espec. contraparte, o cónyuge. H5046  נָגַד nagád raíz primaria; propiamente afrontar, oponerse firmemente. H5828  עֵזֶר éter de H5826; ayuda:-ayuda idónea, ayudador, ayudar, socorrer, socorro. H5826  עָזַר  azár raíz primaria; rodear, circundar, proteger o ayudar:-aliado, amparo, ayuda, ayudador, ayudar, defender, socorrer, socorro.

Queriendo el Señor decir que le haría una ayuda que lo complementaria, pero que era su misma contraparte, la cual le ayudaría a suplir muchas de sus necesidades y que sería su aliada. Así es como debemos los esposos mirar a nuestras esposas, como un aliado que nos ayuda a seguir adelante capaz de ayudarnos en todo, por lo cual las mujeres también debe mirarse como esas ayudadoras y aliadas de sus esposos, con esa intención y por esa causa fue que el Señor hizo a la mujer, bíblicamente no se ve otro propósito, por eso es que Pablo dice en: 1Co 11:8  Porque el varón no procede de la mujer,  sino la mujer del varón, .9  y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer sino la mujer por causa del varón. .10  Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza,  por causa de los ángeles.

Es en ese sentido que el verso 10 dice que la mujer debe entonces estar sujeta a su autoridad por causa de los ángeles, consideremos la expresión “,  por causa de los ángeles” aquí empleada: este término está en “acusativo” en el original, queriendo decirnos que los ángeles (ángeles, pastores, ancianos, diáconos) pueden juzgar la situación de sujeción de la esposa  a la autoridad inmediata  y actuar en consecuencia según se requiera  de allí que se requiere de la esposa una sujeción a su esposo para que los ángeles puedan ayudarle a ella de una manera más efectiva y que el enemigo no pueda ganar ventaja en contra de ella. Esta sujeción acompañada de la autoridad que Dios entrego al hombre sobre la mujer en:  Gen 3:16  A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces;  con dolor darás a luz los hijos;  y tu deseo será para tu marido,  y él se enseñoreará de ti.

Hacen parte de lo que se conoce como la “ley del marido”, luego de la caída Dios puso a la mujer bajo la autoridad del hombre y hasta el día de hoy sigue siendo así, a pesar de que muchas mujeres no quieren someterse a sus maridos, cuando eso sucede, dicha mujer está quebrantando el mandamiento de 1Co 11:10  Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza,  por causa de los ángeles.

Aunque existe otro componente de la “ley del marido” el cual encontramos en Numero 30:1-2, 6-16, este componente es de tipo espiritual, ya que es bien sabido que de manera natural Dios ha puesto a la mujer bajo la autoridad del hombre, estos dos componentes son los que forman la “ley del marido”,  se expresa en: Rom 7:2  Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive;  pero si el marido muere,  ella queda libre de la ley del marido.

Núm 30:1  Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado. 2  Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca. 3  Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud; 4  si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. 5  Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó. 6  Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; 7  si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. 8  Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará. 9  Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme. 10  Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento, 11  si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será. 12  Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará. 13  Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. 14  Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó. 15  Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella. 16  Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el varón y su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su padre.

Observe que si la viuda (que no se ha vuelto a casar) pronuncia lo mismo que la casada por no tener una autoridad inmediata (esposo), está obligada a cumplir, pero si esta viuda se casa nuevamente, vuelve a quedar sujeta a dicha ley, esta ley es tan del Señor que el mismo la respeta cuando el esposo viene y desautoriza cualquier cosa que haya dicho su mujer. ¿si el Señor respeta esa ley, por que el hombre pretende quebrantarla?

Queda claro por todas partes que la mujer esta puesta en sujeción por Dios respecto de su marido, y cuando no se respeta o se guarda este mandamiento, los ángeles de Dios legalmente no pueden obedecerle a la mujer en esos casos, pues es sabido por todos que el principio de sujeción es fundamental en el reino de Dios y cuando alguien lo quebranta ya no puede ejercer poder ni dominio ni carnal ni espiritual y entra en desobediencia, muchas veces la mujer entra en desobediencia por el mal testimonio del marido (cuando el marido no es convertido 100%), pero la ley del marido nada tiene que ver con el buen o mal comportamiento de su esposo, es una ley, y como tal debe ser cumplida por la mujer, desafortunadamente esta última situación (el mal comportamiento del marido) es la que las mujeres esgrimen para justificar su falta de sujeción, queda por descontado que si el marido es creyente la mujer debe estar sujeta a él de por sí, sin ningún tipo de objeción, atendiéndole y estando atenta a las necesidades de su marido (la ropa, la atención a la comida, sus necesidades intimas, etc.); Pero el caso que nos interesa es el caso cuando el marido no es creyente 100%  y la esposa esgrime objeciones sobre su sujeción, Dios no le da ninguna concesión a la mujer en este caso por esa situación, por el contrario le recuerda su sujeción (v. 6), y le impone una nueva carga y una forma segura de ganarse a su marido y de que él conozca al Señor, esto lo podemos encontrar en:

1Pe 3:1  Asimismo vosotras,  mujeres,  estad sujetas a vuestros maridos;  para que también los que no creen a la palabra,  sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

La palabra “sujetas” es la palabra: G5293 ὑποτάσσω jupotásso de G5259 y G5021; subordinar; reflexivamente obedecer:-bajo, sometido, sujeto, sumiso.

Aquí la palabra “ganados” es la palabra: kerdaino (κερδαίνω G2770) de ganar almas para el Reino de Dios mediante vivir el evangelio. (mas claro no puede estar!)

.2  considerando vuestra conducta casta y respetuosa. .3  Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos,  de adornos de oro o de vestidos lujosos, .4  sino el interno,  el del corazón,  en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible,  que es de grande estima delante de Dios.
.5  Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios,  estando sujetas a sus maridos; .6  como Sara obedecía a Abraham,  llamándole señor;  de la cual vosotras habéis venido a ser hijas,  si hacéis el bien,  sin temer ninguna amenaza.

En el verso anterior la palabra “señor” es la G2962 κύριος kúrios de κῦρος kúros  (supremacía); supremo en autoridad, (como sustantivo) controlador; por implicación señor (como título de respeto)

Cuando el marido no es creyente 100%, solo la conducta casta y respetuosa de la esposa logran por el poder de Dios al cumplirles esta promesa (1 Pedro 3:1) que su esposo sea un hombre de Dios.

Un pasaje complementario lo encontramos en:

1Ti 2:8  Quiero,  pues,  que los hombres oren en todo lugar,  levantando manos santas,  sin ira ni contienda. .9  Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa,  con pudor y modestia;  no con peinado ostentoso,  ni oro,  ni perlas,  ni vestidos costosos,  .10  sino con buenas obras,  como corresponde a mujeres que profesan piedad. .11  La mujer aprenda en silencio,  con toda sujeción. .12  Porque no permito a la mujer enseñar,  ni ejercer dominio sobre el hombre,  sino estar en silencio. .13  Porque Adán fue formado primero,  después Eva; .14  y Adán no fue engañado,  sino que la mujer,  siendo engañada,  incurrió en transgresión. .15  Pero se salvará engendrando hijos,  si permaneciere en fe,  amor y santificación,  con modestia.

En el anterior pasaje la palabra “mujer” es la palabra: G1135 γυνή guné mujer; específicamente esposa:-casado, esposa. Así que se está hablando en todo momento de la esposa, no de cualquier mujer sin marido, aunque es deseable que las solteras también hagan otro tanto. Contrariamente a lo que podría pensarse sobre el verso 11 y llegar a mal interpretarlo con sentido machista, existe una razón superior para que el apóstol Pablo escribiera de esa forma y esa razón la podemos encontrar leyendo desde el verso 11 hasta el 14, y esa razón es el principio de sujeción, lo que se espera es la sujeción de la esposa respecto de su esposo, situación en la cual no existiría machismo ni nada por el estilo, ya que se estaría cumpliendo la ley del marido. La interpretación machista por parte de las mujeres de este verso proviene realmente de un corazón falto de sujeción a su autoridad inmediata..


COMPLEMENTANDO

1Co 11:8  Porque el varón no procede de la mujer,  sino la mujer del varón,
La palabra “del” es la palabra: G1537 ἐκ ec o ἐξ ex; preposición primario denotando origen (el punto de donde procedo el movimiento o acción)

.9  y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer,  sino la mujer por causa del varón.
G1223 διά diá preposición primario denotando el canal de un acto; mediante (en aplicaciones muy amplias, local, causal u ocasional)

1Co 14:34  vuestras mujeres callen en las congregaciones;  porque no les es permitido hablar,  sino que estén sujetas,  como también la ley lo dice. .35  Y si quieren aprender algo,  pregunten en casa a sus maridos;  porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

La palabra “sus” es la palabra: G2398 ἴδιος ídios  pertinente a uno mismo, propio de uno; por implicación de carácter privado  privado o separado, propio, suyo.

Esta es la ley del marido y debe ser cumplida por la mujer mientras el esposo vive, por todo esto y mucho mas es que el Señor dice en: Mar 10:7  Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, Mar 8  y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Mar 9  Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

En otras y mas cortas palabras mis queridos hermanos, cuando alguien esta casado(a), Dios los ve como una unidad, como una alianza de allí que lo que Dios une no lo separe el hombre (Marcos 10:8-9, de allí que el Señor Jesús Hablando del matrimonio hubiese dicho en: Mateo 19:.11  Entonces él les dijo:  No todos son capaces de recibir esto,  sino aquellos a quienes es dado.


LA AYUDA MUTUA

Efesios 5:22  Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,  como al Señor; .23  porque el marido es cabeza de la mujer,  así como Cristo es cabeza de la iglesia,  la cual es su cuerpo,  y él es su Salvador. .24  Así que,  como la iglesia está sujeta a Cristo,  así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. .25  Maridos,  amad a vuestras mujeres,  así como Cristo amó a la iglesia,  y se entregó a sí mismo por ella, .26  para santificarla,  habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, .27  a fin de presentársela a sí mismo,  una iglesia gloriosa,  que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,  sino que fuese santa y sin mancha. .28  Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.  El que ama a su mujer,  a sí mismo se ama. .29  Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,  sino que la sustenta y la cuida,  como también Cristo a la iglesia, .30  porque somos miembros de su cuerpo,  de su carne y de sus huesos. .31  Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre,  y se unirá a su mujer,  y los dos serán una sola carne.

El hombre en cierta forma ayuda a la mujer casada a que sea salva y viceversa, ya que los dos son uno solo, por eso es que el mismo Pablo habla en: 1Co 7:16  Porque  ¿qué sabes tú,  oh mujer,  si quizá harás salvo a tu marido?  ¿O qué sabes tú,  oh marido,  si quizá harás salva a tu mujer?

Y justamente en el contexto se habla es del esposo y la esposa inconversa con un cónyuge convertido
1Co 7:12  Y a los demás yo digo,  no el Señor:  Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente,  y ella consiente en vivir con él,  no la abandone. .13  Y si una mujer tiene marido que no sea creyente,  y él consiente en vivir con ella,  no lo abandone. .14  Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer,  y la mujer incrédula en el marido;  pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos,  mientras que ahora son santos. .15  Pero si el incrédulo se separa,  sepárese;  pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso,  sino que a paz nos llamó Dios. .16  Porque  ¿qué sabes tú,  oh mujer,  si quizá harás salvo a tu marido?  ¿O qué sabes tú,  oh marido,  si quizá harás salva a tu mujer?

Todo lo anterior ha sido para demostrar que no hay forma de disolver la unión matrimonial una vez consumada la unión intima que la muerte, es decir, desde la perspectiva del Señor el matrimonio es hasta que la muerte los separe, esto da para abordar nuestro otro tema complementario acerca del divorcio, denominado “EL DIVORCIO Y LA LEY DEL SEÑOR”

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